La mejor parte de Frases cristianas de fortaleza
Debemos seguir su ejemplo y ser valientes en nuestra fe, confiando en Dios para darnos el valor necesario para confrontar cualquier situación.
Que nuestro Señor Nazareno y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio gratis un consuelo infinito y una adecuado esperanza, los reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena.
Y el Dios de esperanza os llene de todo Deleite y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Dios, que según su excelso misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Dios de los muertos.
Esta advertencia nos recuerda que la persecución puede venir de fuentes inesperadas y que debemos estar preparados para confrontar el rechazo incluso de los más cercanos a nosotros.
La hostilidad y el odio por seguir a Jesús son realidades que enfrentamos como creyentes en un mundo cada ocasión más hostil al mensaje de la Certeza. Sin bloqueo, debemos memorar que somos parte de una historia mucho viejo que nosotros mismos.
La mutilación de alguno de nuestros miembros es un mal, pues correspondería a la naturaleza humana el tener la plenitud de sus miembros.
Como dijo el Presidente Gordon B. Hinckley en presencia de el fallecimiento de su parienta: “Solo aquellos que atraviesan por este valle ambiguo conocen su absoluta desolación.
4. El sufrimiento de Cristo nos invita a cargar nuestra cruz: Jesús nos animó a tomar nuestra cruz y seguirlo. Esto implica aceptar las dificultades de la vida con humildad y confianza en Dios, sabiendo que Él está con nosotros en todo momento.
Cuando la Biblia acento sobre la salvación se refiere a la liberación espiritual que Dios da a todos los que deciden creer en Jesús, se arrepienten de sus.
Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la edén futura que more info se revelará en nosotros.
Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.
Somos testigos del apego y el sacrificio de Cristo en la cruz, y nuestra delegación es compartir este mensaje con todos aquellos que están buscando esperanza y redención.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su simpatía en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.